Desde hace algunos años, la Asociación de Mujeres y Amas de Casa de Villapalacios en colaboración con el Ayuntamiento y vecinos del municipio, organiza en el mes de Septiembre y durante un fin de semana, el Mercado Medieval. En la Plaza Mayor y en el Salón Parroquial se desarrollan las actividades, con la instalación de numerosos puestos en los que se exponen y venden productos típicos de la zona, sobre todo dulces. También se llevan a cabo otras actividades tradicionales y artesanas, como actuaciones de rondallas musicales, demostraciones de encaje de bolillos, exposición de productos artesanos de esparto y mimbre, exposición de pintura, de fotografías antiguas, charlas sobre temas de salud natural, etc…
El día del Corpus, se decoran algunas calles del pueblo por donde pasará la procesión ese día. Gente voluntaria colabora con la Asociación Cultural Cenillas haciendo dibujos en las calles, que se cubrirán durante toda la noche y madrugada del sábado al domingo con serrín tintado, formando unas composiciones de espectacular belleza. También se adornan balcones y fachadas en el recorrido de la procesión con mantones y colchas artesanales, así como con ramas de árboles y plantas aromáticas y se echan pétalos de rosas y otras flores al paso de la imagen de Cristo.
Es un juego lucrativo de azar, único en la provincia y seguramente en toda España. Ocho bolas deciden la suerte para que gane el que las echa a rodar si se cuelan pares en la taza, o bien ganen los demás apostantes si son nones las que se cuelan. Justo antes de empezar las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Veracruz (sobre el 14 de septiembre), en las proximidades de la Iglesia y del Ayuntamiento, se fabrican artesanalmente con yeso y ladrillo, dos o tres Juegos de la Taza. El juego de la taza consiste en un ovalo de unos tres metros de largo por metro y medio de ancho, con inclinación desde el exterior hacia el centro, donde se coloca la taza (un hoyo de 10 cm de diámetro), franqueada por dos hendiduras, donde se cuelan las bolas al lanzarlas. Cada jugador que hace de banca, una vez que “ha casado” el dinero que tiene para jugar a los apostantes, tira las bolas a rodar y espera la suerte que le sale. Si se cuela un número de bolas pares, la banca recoge todo y sigue jugando. Si sale un número de bolas impares, los demás apostantes son los que ganan, cada uno tanto como apostó, entrando otro jugador nuevo a tirar las bolas asumiendo la banca. Es costumbre que el “tacero” (persona encargada del orden y mantenimiento del juego) reciba una propina si salen pares, y a su vez este premie al jugador que saque un elevado numero de pares seguidos con un jamón u otro regalo.
En los últimos días de Abril y en un lugar adecuado, se viste una cruz con adornos traídos por los vecinos que se mostrará al público a principios del mes de Mayo. Perfectamente adornada y siempre con flores, la sala permanecerá abierta hasta finales del mes. Para guardarla, se van turnando las personas que han participado en su elaboración. Por la tarde se reza el rosario con gran devoción, se cantan canciones de tono religioso y los Mayos. Se pasa un rato agradable hasta el anochecer, y algunos días hasta la madrugada