Desde hace mucho tiempo se celebra esta particular fiesta, que consiste en salir al campo el Domingo que media la Cuaresma. El dulce protagonista es el “rosco del pelitreo”, hecho en el horno con masa de harina, patata, huevo, ralladura de limón, azúcar esparcido y sobre todo, adornado con anises de colores y con uno o mas huevos, que se cocerán al mismo tiempo. Era costumbre antiguamente que los mozos “esclafaran” el huevo que lleva este rosco, en la frente de las muchachas que rondaban, muy a pesar de ellas, ya que obviamente no era de su gusto y menos en presencia de vecinos y familiares. Se llevaban los enseres en burros y mulos, algunos iban a caballo, en carros, etc… y se hacían grandes bailes mientras duraba la luz del día, regresando al pueblo al anochecer. En todas las casas se esmeraban en hacer los roscos más bonitos, con los adornos más originales, con el ánimo de que los vieran los demás vecinos. Actualmente y como ya no esta permitido prender hogueras en el campo, los vecinos van a la explanada de san Cristóbal, que reúne también las condiciones adecuadas para pasar un día agradable.